En una incursión realizada en la comunidad de Zambrana, Cotuí, miembros de la Policía Nacional y el Ejército de la República Dominicana agredieron a campesinos y al sacerdote Jonny Durán, de la parroquia Santo Cura de Ars, en Bonao que intentaba mediar ante las protestas de la comunidad contra la empresa minera Barrick Gold que pretende desalojarlos para construir una nueva presa de colas destinada a ampliar sus actividades de extracción de oro en la región.
De acuerdo con las informaciones reproducidas por los medios de comunicación, miembros de la Policía Nacional y del Ejército de la República Dominicana hicieron uso de sus armas hiriendo a unas 7 personas, creando una situación inmanejable lanzando bombas lacrimógenas y dando culatazos a quienes marchaban haciendo su protesta pacíficamente.
Estas acciones evidencian una falta de conocimiento y actuación adecuada de las fuerzas del orden para actuar frente a la ciudadanía, en el marco de una reforma policial que se supone debe prepararlos para realizar una labor eficiente, basada en la implementación de técnicas y gestión modernas al recibir capacitación y concienciación acerca de su rol en la sociedad.
En otras palabras, la mentada reforma policial se ha convertido en una contrarreforma.
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