Este sábado 13 de abril, la marina de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní, interceptó en el estrecho de Ormuz el buque mercante MSC Aries perteneciente a un multimillonario israelí. Israel advirtió que la República Islámica «sufrirá las consecuencias» de una escalada en una región desestabilizada por más de seis meses de guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Las fuerzas marítimas de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán, interceptaron un buque mercante operado por una empresa «perteneciente al capitalista sionista Eyal Ofer» en el Golfo, informó la agencia oficial iraní Irna.
Varios comandos abordaron el barco MSC Aries desde un helicóptero cuando se encontraba «cerca del estrecho de Ormuz«, añadió.
A bordo hay 25 tripulantes, según el armador suizo-italiano MSC precisó Irna.
La televisión iraní confirmó la noticia, informó el corresponsal de RFI en Teherán, Siavosh Ghazi. El barco se dirigía hacia aguas territoriales iraníes. Según algunos sitios especializados, esto forma parte de la respuesta de Teherán al ataque contra su consulado el 1?? de abril, el cual dejó 16 muertos, entre ellos dos altos oficiales de la Guardia Revolucionaria. Esto demuestra que Teherán está preparado para una escalada.
De hecho, en Irán se multiplican las declaraciones sobre una represalia contra Israel. Los medios de comunicación iraníes hablan de ataques contra territorio israelí con misiles de precisión y drones de ataque.
En un texto enviado a los medios de comunicación extranjeros con sede en Teherán, el gobierno iraní declaró que un ataque iraní tras la destrucción del consulado iraní era una acción legítima.
Al mismo tiempo, advertía de que si el Estado hebreo reaccionaba, habría una respuesta aún más dura por parte de Irán, con la perspectiva de que el conflicto se extendiera por toda la región.
En los últimos días, los aliados de Teherán en la región, sobre todo el Hezbolá libanés, los houthis de Yemen y las milicias chiíes iraquíes, han intensificado sus ataques contra Israel.
Teherán ha advertido a Washington de que no apoye a Israel en caso de ataque contra Irán y amenazó que las bases estadounidenses podrían ser un objetivo de Teherán y sus aliados.
Israel advirtió que Irán, su archienemigo, «sufrirá las consecuencias» de cualquier escalada. «Estamos listos para reaccionar», aseguró el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari.
La incautación del barco se produce en un contexto de crecientes tensiones en Medio Oriente, con el telón de fondo de la guerra entre Israel y el movimiento palestino Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, desencadenada por una sangrienta incursión de comandos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre.
RFI