Incluir esta planta en la dieta tiene beneficios antivirales, antigripales e intestinales. Conoce las mejores recetas para incorporarla en infusiones y otras preparaciones.
Las flores y las bayas de saúco son utilizadas con fines medicinales por numerosas culturas en diversas partes del mundo. En particular, para reducir los efectos de la gripe, tratar el catarro y ayudar a la cicatrización de heridas. Por su parte, las últimas décadas de investigación científica aportaron pruebas concretas sobre los beneficios de la flor de saúco.
Se trata de una fuente de antioxidantes con efecto antiviral y antiinflamatorio. Por lo tanto, incluir tanto sus bayas como sus flores en la alimentación ayuda a proteger el organismo de ciertas enfermedades. Sigue leyendo para conocer las mejores recetas y algunas prevenciones de consumo.
¿Qué es el saúco?
Sambucus, mejor conocido como saúco, es un género con más de 30 tipos de plantas de la familia de las adoxáceas. Originario de regiones templadas y subtropicales, algunos ejemplares pueden alcanzar hasta 10 metros. Pero uno de los más populares es el saúco europeo (Sambucus nigra), reconocido por sus propiedades medicinales y su uso gastronómico.
Las bayas y flores contienen nutrientes como vitamina C, A y B6, además de antioxidantes, hierro y potasio. La flor de saúco, de color amarillo cremoso, crece a partir de cogollos verdes oscuros que proliferan alrededor de los tallos.
El florecimiento suele darse entre finales de la primavera y principios del verano, momento ideal para la cosecha, en caso de contar con ejemplares propios. Al recogerlas, deben colocarse boca abajo en un papel seco para quitarles la humedad. Por su parte, las bayas son de tono rojo oscuro y aparecen en la época fría.
Desde hace siglos, esta planta se ingiere con fines medicinales para tratar afecciones como gripe, tos, dolor de garganta y para curar heridas. En un estudio publicado en Journal of Functional Foods, se sugiere que Sambucus nigra es una buena fuente de proteínas. Además, aporta fibra, aminoácidos, vitaminas, antioxidantes y minerales, lo que se traduce en los siguientes beneficios.
1. Ayuda a tratar la tos
A medida que avanzan las investigaciones científicas, los usos medicinales de la planta se reafirman, en especial, los vinculados a mejorar síntomas de la tos. Una publicación de Phytotherapy Research precisa que, aunque faltan estudios al respecto, se han demostrado propiedades antivirales y antimicrobianas en estos extractos.
En particular, refiere a la baya del saúco, cuyos componentes pueden aliviar la gripe y otras afecciones virales. Por ejemplo, reducir los síntomas de alergia, irritación de garganta, congestión nasal y mucosidad.
2. Funciona como antigripal
Para el caso específico del alivio de la gripe, algunas investigaciones aseveran la eficacia del jarabe elaborado con saúco. Este es el caso de un estudio divulgado en The Journal of International Medical Research, donde se trabajó con 60 pacientes noruegos con síntomas de gripe. Los resultados arrojaron un promedio de mejoría de cuatro días antes en quienes ingirieron el jarabe.
Los investigadores argumentan que los flavonoides presentes en la planta son potentes antioxidantes que provocan la estimulación del sistema inmunológico. Algo similar expone una investigación de Bioscience, Biotechnology, and Biochemistry, publicada en el año 2012.
Allí, se resalta que los frutos ayudan a estimular la respuesta inmune y reducir el riesgo de infecciones como la influenza. Otras revisiones consideran que existe buena evidencia científica sobre los efectos antigripales de la baya y la flor de saúco.
3. Tiene propiedades antiinflamatorias
Los estudios también aluden a la capacidad antiinflamatoria de las antocianinas, uno de los fitoquímicos presentes en el saúco. De hecho, una investigación, realizada en animales, presentó los efectos antiinflamatorios del extracto de flores de Sambucus nigra como una herramienta para el tratamiento de la inflamación aguda.
Por su parte, un trabajo de Industrial Crops and Products, publicado en 2017, remarca que los fitoquímicos de la baya pueden tener una acción en la prevención de varias enfermedades degenerativas. Por ejemplo, afecciones cardiovasculares e inflamatorias, cáncer o diabetes.
4. Es beneficiosa para la presión arterial
El efecto antioxidante de las antocianinas ayuda a reducir la acumulación de colesterol en las arterias, lo que implica beneficios para la presión arterial. Además, reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. Un estudio de la revista Food & Function, también realizado en animales, sugiere que el saúco negro puede influir en la disfunción del colesterol sérico.
5. Protege del estrés oxidativo
Su destacable aporte de fibra es positivo para el funcionamiento intestinal. En este sentido, un estudio de la revista Food Chemistry indica que los frutos pueden proteger células del colon contra los efectos perjudiciales del estrés oxidativo.
Una forma de beneficiarse con estas propiedades es preparar una infusión a partir de los extractos de saúco.
6. Puede ser positiva para la piel
La flor de saúco también se aplica tradicionalmente para aliviar diferentes afecciones de la piel, como irritaciones, heridas o raspaduras. Una investigación publicada en Journal of Ethnopharmacology apoya tales prácticas, ya que sostiene que las hojas del saúco son beneficiosas para tratar enfermedades de la piel.
Por su parte, otro estudio divulgado en Cytotechnology indica que el extracto de saúco tiene potencial para mejorar el fotoenvejecimiento. Además, es positivo para la inflamación de la piel inducida por los rayos UVB.
7. Podría contribuir como antidepresivo natural
Una publicación de 2014 presentó la evidencia de que los extractos de la planta pueden funcionar como antidepresivo natural. Cabe aclarar que el estudio fue realizado en animales y que de ninguna manera reemplaza consultas o tratamientos médicos. Esta aclaración también abarca los anteriores beneficios descritos.
¿Cómo incorporar la baya y la flor de saúco en la dieta?
Al igual que otras plantas, el saúco es muy versátil desde el aspecto gastronómico. Su aplicación más común es la de infusión, pero también puede integrar recetas de mermelada, jarabes y hasta helado.
Infusión con flor de saúco
El té de sauco —con frecuencia combinado con menta, tomillo y otras hierbas— se utiliza para aliviar el dolor de garganta y los síntomas de gripe.
Ingredientes
- Una cucharada de menta
- Media cucharada de tomillo
- Dos cucharadas de flores de saúco
Preparación
- Si cuentas con flores naturales, retíralas del tallo, ya que no se aconseja consumirlo.
- Colócalas en una olla con agua y deja hervir durante 10 minutos.
- Agrega tanto el tomillo como la menta y deja reposar.
- Cuela el resultante y estará listo. Puedes optar por depositarlo en la nevera y consumirlo frío.
Vinagre
Puedes condimentar tus ensaladas y otras comidas con un vinagre elaborado a partir de la flores de saúco. Para ello, necesitas un puñado de estas y una botella de vinagre de manzana.
Preparación
- Coloca las flores en un frasco o recipiente repleto con vinagre de manzana.
- Deja macerar durante 5 a 7 días.
- Filtra el resultante y almacena en botella.
Jarabe con flor de saúco
Conoce esta receta de jarabe de saúco para agregar a otras infusiones, incorporar a diferentes postres y hasta untar en las tostadas del desayuno.
Ingredientes
- Naranja y limón
- Un litro de agua
- Medio kilo de azúcar
- 30 gramos de flor de saúco
- Una cucharada de ácido cítrico
Preparación
- Calienta el agua y el azúcar en una olla durante 10 minutos. Incorpora la cucharada de ácido cítrico, mezcla y deja enfriar.
- Corta las flores, el limón y la naranja en rodajas, coloca todo en una botella y rellénala con el líquido ya frío.
- Tápala y déjala macerar durante tres días.
- Cuela el producto hasta que no queden sólidos y vuelve a hervir en una olla durante 20 minutos.
- Vierte el resultante en diferentes recipientes con tapa y deja enfriar.
Mermelada
Otro de sus usos frecuentes consiste en preparar mermeladas endulzantes para el desayuno o la merienda.
Ingredientes
- Media taza de fresas
- Media taza de flores o bayas de saúco
- Media cucharada de algún endulzante natural
Preparación
- Coloca todos los ingredientes en una olla.
- Comienza a calentarla a fuego alto hasta que hierva y mezcla con frecuencia.
- Al hervir, baja el fuego a mínimo y deja cocinar por 10 minutos con la olla tapada. Mezcla y aguarda otros 10 minutos.
- Transcurrido ese tiempo, debe adquirir una consistencia densa. Apaga el fuego y deja enfriar antes de probarla y pasarla a un frasco.
Helado
Con la misma preparación del jarabe, es posible elaborar un helado cremoso y refrescante para integrar al saúco en verano. Basta con realizar estos pasos:
- Hierve medio litro de agua.
- Deja entibiar y, cuando esté casi fría, agrega el sirope.
- Coloca en la nevera durante toda la noche.
- Al día siguiente, prepáralo en una máquina de helados o llévalo directo al freezer en moldes.
Precauciones de consumir flor de saúco
Si bien el saúco es inofensivo en la mayoría de las personas, cabe aclarar que las bayas no deben consumirse crudas o demasiado verdes. Se trata de un producto que puede resultar tóxico, riesgo que se pierde al calentarlas.
Además, hay que evitar ingerir la corteza y los tallos de las flores, ya que tienden a ocasionar problemas estomacales. Un consumo moderado, es decir, de un máximo de dos tazas diarias, no supone problemas para los adultos sanos; no obstante, los siguientes grupos deben evitarlo:
- Lactantes
- Embarazadas
- Menores de 18 años
- Pacientes con enfermedades particulares, quienes deben consultar un médico con antelación, por prevención.
De la medicina tradicional al estudio científico
Así como otros remedios de origen natural, el saúco se encuentra en constante investigación para confirmar sus propiedades favorables a la salud. Hasta el momento, la evidencia sugiere beneficios sobre la tos, el dolor de garganta, la gripe, el estrés oxidativo y la inflamación.
Aunque faltan más estudios que reafirmen otros efectos de las flores y las bayas en el organismo, es aconsejable incorporarlas mediante algunas de las recetas caseras. De este modo, se ingieren una serie de nutrientes y antioxidantes a través de alimentos comunes como infusiones y mermeladas.